LUNES 30-11-2020. Color Esperanza.

Buenos días, Cristo Reina, nos vamos preparando para la oración

Buenos días, CRISTO REINA, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, AMÉN

Bienvenido a la oración de la mañana del lunes. Empezamos un tiempo muy especial, un tiempo de preparación y esperanza que culminará con la llegada de un de los momentos más especiales del año, la Navidad. Este domingo hemos celebramos el comienzo del año litúrgico, el primer domingo del tiempo de Adviento que prepara el tiempo de Navidad. Comenzamos el Adviento que se prolonga durante cuatro domingos antes de ese 25 de diciembre donde celebramos el nacimiento de Cristo. 

Como las grandes fiestas hay que prepararlas, el Señor nos ofrece estas cuatro semanas para preparar el nacimiento de Cristo, su hijo. Una preparación que es material, en la medida que podamos especialmente en este tiempo de pandemia, pero que tiene sobre todo una dimensión interior. Una dimensión de la comunidad cristiana en la que nos vamos preparando para el tiempo de Navidad y una dimensión de la preparación de nuestro proprio corazón 💙.

Una fiesta que repetimos todos los años, pero que tiene que ser una fiesta nueva, cada año. Durante este tiempo de adviento se trata de hacer visible una esperanza que tenemos y que se va acercando. Con forme se vaya acercando el momento, la esperanza crece y la luz se va encendiendo para hacernos recordar que la luz de Cristo está cada vez más cercana.

En aquel tiempo dijo Jesús: "Permaneced despiertos y vigilantes, porque no sabéis cuándo llegará el momento. Esto es como un hombre que, a punto de irse a otro país, deja a sus criados al cargo de la casa. A cada cual le señala su tarea, y ordena al portero que vigile. Así que permaneced despiertos, porque no sabéis cuándo va a llegar el señor de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la mañana. ¡Que no venga de repente y os encuentre durmiendo! Y lo que os digo a vosotros se lo digo a todos: ¡Permaneced despiertos!”.

En la pequeña lectura anterior, hemos estado escuchando la necesidad de estar preparados, de ser responsables con los dones que hemos recibido. El mensaje, de este inicio de Adviento, consiste en que El Señor nos dice que hay que vigilar, hay que estar atentos, hay que estar preparados por qué el Señor va a venir. 

Vigilar tiene que ver con estar alerta. Estar preparado. Una buena imagen de la vigilancia espiritual es la de los atletas al comienzo de una carrera, concentrados en espera de la señal de salida. El que vigila se mantiene a la escucha con una atención que le permite actuar con diligencia y fidelidad en todas las cosas, sin excepción. La calidad de esa escucha interior determina la calidad de la respuesta. Aun sin darnos cuenta, en cada momento estamos respondiendo, diciendo sí o no, abriendo el corazón a Jesús o cerrándole la puerta. "Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”.

No va a ser fácil este año celebrar la Navidad, pero tenemos que conseguir que al menos, en nuestro corazón y en nuestra Familia Cristo Rey, haya una referencia a Jesucristo que nace. Lo que estamos celebrando es el comienzo de nuestra salvación. Para morir y resucitar, antes Jesús tiene que nacer.

Comprometámonos todos a ir poniendo nuestro granito de arena en la construcción de esta gran navidad. Vamos a preparar el camino del Señor que va, desde donde Él está hasta nuestro corazón. Hay que hacer visible ese deseo de nuestro corazón, que Jesucristo renazca en nuestra vida. Para que esos deseos de despertar nuestra atención por la vida de Jesús y verlo en nuestras familias, amigos y compañeros, vamos a rezar todos juntos un padre nuestro: 

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

Feliz lunes, y que tengáis una buena semana.

Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo Luz Infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, AMÉN.



 

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