MARTES 17 /11/ 2020
ORACIÓN SEMANA DE CRISTO REY
MARTES
Música: https://www.youtube.com/watch?v=kpqhvN_xRTo
MIRADAS – Axel
CRISTO REINA: Saludamos al Señor en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
MÚSICA
Queremos daros, en este martes de nuestra semana grande, la bienvenida a nuestro rato de oración, una oportunidad no sólo para la reflexión, sino para celebrar y compartir con los que nos rodean.
En estos días, a veces la fiesta, el ruido, la alegría nos desbordan. Deseamos que en este ratito podamos sentir la oportunidad de interiorización y agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho por cada uno de nosotros desde que nos hemos levantado hoy. Dar gracias porque tenemos la oportunidad de hacer que sea un día diferente en el que seamos felices y hagamos felices a los demás. Todo depende de los ojos con los que lo miremos…a veces un mismo hecho, una misma imagen, incluso una misma persona, puede ser mirada de manera diferente. Lo que para unos es bonito, para otros es feo, lo que para unos puede ser una imagen alegre, un hecho divertido, para otros puede traer recuerdos, sensaciones de tristeza.
Pues eso… según se mire, todo depende…como dice una canción.
Por eso es tan importante nuestra mirada, nuestra manera de mirar….
¿Cómo miramos? Hoy queremos que caigáis en la cuenta de que siempre hay otra forma de mirar…. la mirada de Jesús.
La mirada de Jesús debía ser impresionante.
En los Evangelios, encontramos algunos destellos de los maravillosos ojos de Jesús.
Es por ejemplo, el caso del joven rico. Le debemos al evangelista San Marcos esta pincelada: “Entonces Jesús le miró con cariño”. ¡Qué felices nos sentimos cuándo alguien nos mira con cariño y nos sonríe! ¿verdad?
Piensa un instante en ello. ¿Tú lo haces?
A Zaqueo, Jesús le miró con simpatía : “Cuándo Jesús llegó a aquel lugar mirando hacia arriba, le vio y le dijo: Baja, enseguida, Zaqueo, porque hoy quiero hospedarme en tu casa”.
Donde los demás veían a un mal hombre, Jesús no ¿Eso te pasa?...¿Eres capaz de mirar sin juzgar?
En el caso de la viuda generosa, la mirada de Jesús, está llena de admiración. Donde los demás veían unas pocas monedas que no valdrían para nada, Jesús vio la verdadera generosidad.
¿Tú te fijas sólo en las apariencias?
¿Y cómo miraría Jesús, con qué compasión a la mujer adúltera? Donde los demás veían pecado, Jesús vio salvación.
¿Miras alguna vez a alguien por encima del hombro creyéndote superior?
Y ahora vamos a hablar de la mirada más generosa y entregada que conocemos. “Cuándo vio Jesús a su madre y al discípulo al que él amaba, dijo a su madre: Madre he ahí a tu hijo. Después dijo, al discípulo: He ahí a tu madre”
¡Cuánto salimos ganando después de esa mirada!
Y por último la mirada profunda y transformadora que Jesús dirigió a su discípulo Pedro después de sus negaciones.
Nosotros queremos quedarnos con esa mirada que regaló Jesús a Pedro. Con esa mirada le dijo: Pedro el Reino de Dios está en ti y eso mismo es lo que nos está diciendo a nosotros de manera especial en este curso.
Pidamos a Dios que sepamos mirar con amor a los demás dejando pasar a través de nuestros ojos su mirada, como Jesús.
CRISTO REINA, CRISTO VENCE, CRISTO IMPERA.
CRISTO NUESTRO DIVINO BIEN DE TODO MAL NOS DEFIENDA.
