Lunes 26/4/2021
BUENOS DÍAS. CRISTO REINA. NOS PREPARAMOS PARA LA ORACIÓN
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
LECTURA: "Juan
10, 27-30"
En
aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y
ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y
nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre,
que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del
Padre. Yo y el Padre somos uno.»
MEDITACIÓN: "Escuchan
mi voz"
Señor, tu seguridad es para mí un consuelo, un
estímulo y una fuerza. Ves cómo camino entre los deseos de seguir tus pasos, de
impregnarme en tu dinámica de amor, pero, al mismo tiempo, puedes ver cómo mis
pasos se detienen con facilidad. Cómo muchas seducciones que se me ofrecen
fáciles y normales atraen mis sentidos y mis deseos más elementales, bajo capa
de bien o de indiferencia. Y mi lucha se vuelve frágil y mi voluntad claudica.
Por
eso tu palabra resuena como un grito de esperanza, porque vislumbro que me
ofreces la garantía de tu acción y de tu fuerza más allá y por encima de la
mía. Porque me pones de manifiesto tu empeño y tu seguridad de que el que trata
de seguirte no se puede perder nunca, tú lo garantizas.
Me
recuerdas que hemos salido, todos, de las manos de Dios. Y, por eso, siempre en
nuestro corazón humano, habrá un hambre de más, un hambre de ti, aunque no lo
sepamos identificar. Nuestros vacíos y desconciertos, nuestras insatisfacciones
más profundas que tratamos de llenar con cosas, con ruidos, con palabras
vacías, son nuestro grito inconsciente de ti y a ti.
Desde
mi fragilidad e inconsistencia, desde esos anhelos profundos que intuyo y que
no soy capaz de definir, pero que siento como fuerza, como llamada, como
atracción irresistible, intuyo tu presencia de resucitado, intuyo el empuje de
tu Espíritu, y deseo que no me dejes perder ni distanciar de mis anhelos más
humanos, que pueda sentirte profundamente pegado a mí, que pueda sentirme unido
a ti, mi pastor.
ORACIÓN: "Delante
de mí"
Gracias,
Señor, por ponerte de mi parte, y por pasar encima de mi fragilidad y de mis
incoherencias y no dejarme perderme en ellas. No son la última palabra sobre
mí, tú lo sabes y, por eso, sigues recordándome que caminas delante de mí,
ofreciéndome tu vida, tu palabra, tu hacer el camino de la vida conmigo,
capaz así de no dejarme arrastrar por todo lo que no sea mi yo en
ti.
Señor,
que no me falte nunca tu palabra que me asegura tu cercanía constante. Que
encuentre siempre en ella tu voz cálida que me hace llegar tu amor cercano,
íntimo, profundo, transformador en verdad de mis anhelos y mis sueños.
CONTEMPLACIÓN: "Tu
palabra"
Tu palabra, Señor,
me llega a ritmo de amor.
Me sabe a caricia
que me atrae tu bondad
y tu empeño
de mi felicidad colmada,
experimentada aquí
en sorbos pequeños
pero saciadores,
que hambrean
el gozo definitivo
de tu amor colmado
en el mío,
y el mío en el tuyo.
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO, LUZ INFINITA, ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA. AMÉN