Martes 1 Junio: LA AMISTAD
CRISTO REINA, BUENOS DÍAS
Hoy estrenamos mes, ya es
Junio. Son muchas las cosas que hemos vivido desde que comenzamos el curso en Septiembre.
Recuerdo perfectamente el primer día cuándo os dábamos la bienvenida a este curso
tan diferente y especial, que ya está llegando a su fin…
Y como cada mañana lo hacemos
poniéndonos en presencia del Señor, en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. AMÉN
Para la oración de hoy vamos a traer a nuestro pensamiento el nombre de una persona, pero no una persona
cualquiera, sino el nombre de vuestro mejor amigo o amiga. Quizás sea una
persona que conoces desde siempre o quizás haya sido este año cuándo has
encontrado a esa persona con la que encajas perfectamente…tened presente su
nombre, recordad su rostro y escuchad con atención la siguiente historia:
Dice
una antigua leyenda que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado
punto del viaje discutieron, hasta el punto de llegar a las manos. Y uno
terminó abofeteando al otro.
Este ofendido,
sin nada que decir, escribió en la arena:
Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en
el rostro.
Siguieron
adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.El que había sido
abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al
recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
Hoy, mi mejor amigo me salvo la vida.
Intrigado,
el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé,
escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo,
el otro amigo respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende,
deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se
encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo
grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde
viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.
Y es que este el secreto de la verdadera amistad…
Terminamos dando gracias al Nuestro Señor y Rey por poner en
nuestro camino a los amigos:
Te damos gracias Señor por bendecirnos con el regalo de la
amistad.
Por los amigos que nos quieren, que comparten nuestras penas,
celebran nuestras alegrías, sienten nuestro dolor,
nos necesitan cómo nosotros a ellos,
lloran cuándo nosotros lloramos,
nos sostienen cuando las palabras fallan,
y nos dan la libertad de ser nosotros mismos.
Bendice Señor la vida de nuestros amigos,
con salud, alegría, plenitud y amor.
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA. CRISTO LUZ INFINITA,
ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA. AMÉN