Los abuelos se han peleado
Reina del Cielo (Athenas)
Cristo reina, nos preparamos para la oración de la mañana
Comenzamos la oración de la mañana poniéndonos en presencia de Dios en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
LOS ABUELOS SE HAN PELEADO
El abuelo y la abuela se habían peleado, y la abuela estaba tan enojada que no le dirigía la palabra a su marido. Al día siguiente, el abuelo había olvidado por completo la pelea, pero la abuela seguía ignorándole y sin dirigirle la palabra. Y, por más esfuerzos que hacia, el abuelo no conseguía sacar a la abuela de su mutismo. Al fin, el abuelo se puso a revolver armarios y cajones. Y cuando llevaba así unos minutos, la abuela no pudo contenerse y le gritó airada: «¿Se puede saber qué demonios estás buscando?».
«¡Gracias a Dios, ya lo he encontrado!» —le respondió el abuelo con una maliciosa sonrisa— ¡Tu voz!
Señor: a unos les duran muy poco los enfados, pero hay otros a quienes nos duran mucho, porque nos cuesta perdonar y olvidar. Mantenernos sin hablar a un amigo o a alguien de casa porque nos hemos peleado con él nos hace sufrir a nosotros mismos y a la otra persona. Ayúdanos, Señor, a no ser como la abuela de la fábula. Te damos gracias hoy por las personas alegres y por las que saben perdonar, que nos ayudan a vivir felices.
ORACIÓN
Enséñanos, Señor,
el valor de lo sencillo,
el valor de los pequeños detalles.
Que no pensemos hacer grandes
cosas el día de mañana,
descuidando las pequeñas cosas
que podemos hacer hoy.
Queremos prestar atención
a los que nos rodean,
sobre todo a los que pasan
alguna necesidad.
Ayúdanos a comprometernos
con los que están más cerca:
la familia, los amigos,
los compañeros de clase, …
Sabiendo que la Virgen María es nuestra intercesora ante Jesús, recemos todos juntos un Ave María para que podamos lograr lo que le pedimos en la oración anterior
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita ilumine nuestra inteligencia. Amén
¡Feliz día a todos!
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
