JUEVES 17-06-2021
JUEVES, 17 DE JUNIO
CREA BUEN AMBIENTE A TU
ALREDEDOR
Buenos días,
Cristo reina.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Comenzamos leyendo un fragmento del Evangelio:
«Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado. No
hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Seréis amigos míos si
hacéis lo que os mando. Ya no os llamo más siervos, porque un siervo no está al
corriente de lo que hace su amo; os llamo amigos porque os he comunicado todo
lo que le he oído a mi padre».
LECTURA
Cierto día, llegó a un pueblo un hombre y pidió por las casas para comer, pero la gente le decía que no tenían nada para darle. Al ver que no conseguía su objetivo, cambió de estrategia. Llamó a la casa de una mujer para que le diese algo de comer.
- Buenas tardes, señora. ¿Me da algo
para comer, por favor?
-
Lo siento, pero en este momento no tengo
nada en casa, dijo ella.
-
No se preocupe - dijo amablemente el
extraño -, tengo una piedra en mi mochila
con la que podría hacer una sopa. Si Ud. me permitiera ponerla en una olla de
agua hirviendo, yo haría la mejor sopa del mundo.
-
¿Con una piedra va a hacer Ud. una sopa?
¡Me está tomando el pelo!
-
En absoluto, señora, se lo prometo. Deme
un puchero muy grande, por favor, y se lo demostraré.
La
mujer buscó la olla más grande y la colocó en mitad de la plaza. El extraño
preparó el fuego y colocaron la olla con agua. Cuando el agua empezó a hervir
ya estaba todo el vecindario en torno a aquel extraño que, tras dejar caer la
piedra en el agua, probó una cucharada exclamando:
- ¡Deliciosa! Lo único que necesita son
unas patatas.
Una
mujer se ofreció de inmediato para traerlas de su casa. El hombre probó de
nuevo la sopa, que ya sabía mucho mejor, pero echó en falta un poco de
carne.
Otra
mujer voluntaria corrió a su casa a buscarla. Y con el mismo entusiasmo y
curiosidad se repitió la escena al pedir unas verduras y sal. Por fin pidió: "¡Platos para todo el mundo!".
La
gente fue a sus casas a buscarlos y hasta trajeron pan y frutas. Luego se
sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, sintiéndose extrañamente
felices de compartir, por primera vez, su comida.
Y
aquel hombre extraño desapareció dejándoles la milagrosa piedra, que podrían
usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo.
REFLEXIÓN
Hay gente que con su sola presencia revitalizan cualquier situación o lugar. Te pueden sacar una sonrisa simplemente por el hecho de estar cerca de ellas. Crean un ambiente agradable, acogedor y distendido. Desprenden una sonrisa contagiosa, hacen que las personas se sientas a gusto a su lado.
Una de las señales que primero llega es la sonrisa, pero no cualquier
tipo. Las sonrisas genuinas, que transmiten la alegría y la diversión, espontáneas, y es que son, con toda probabilidad, las más evocadoras, por lo que
son las que más fácilmente se detectan y desencadenan la de los demás. Como
dice un proverbio tibetano: “La mitad de tu sonrisa es para ti y la otra mitad
para el mundo”.
Preguntémonos, ¿Qué provoco a las personas que me rodean, tensión, o alegría, relajación, serenidad? Es necesario que todos paremos un minuto a pensar en ello, ya que lo que nos hace más ricos son las personas que comparten nuestra vida, no las cosas que tenemos.
ORACIÓN
Señor:
Tú llegas a
nuestro mundo
y nos invitas a
abrir la puerta
de nuestro
corazón
a todos los
hombres.
Tú ya nos dijiste
que eres Tú
quien viene
cuando alguien
llama
a nuestra
puerta.
Tu palabra es
ésta:
“He aquí que
estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi
voz
y abre la
puerta,
Yo entrare y
cenaré con él
y él conmigo”.
Señor:
que sepamos
escuchar tu voz,
esa voz que nos
llega
por nuestros
hermanos.
Que abramos la
puerta
para acogerte a
Ti,
y en Ti a todos
los hombres.
Amén.
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Qué tengáis un buen día!