Lunes 25 de octubre de 2021

 

Lunes 25 de octubre de 2021



Buenos días, Cristo reina, nos preparamos para la oración de la mañana (momento de silencio). En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

            Señor mío y Dios mío creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes , te pido perdón por mis pecados y  gracia para hacer con fruto este rato de oración.

            El mes de octubre está llegando a su fin. Durante el mismo y en nuestras oraciones de la mañana, hemos tenido presentes a los misioneros, personas que viven su vida por y para los demás. Por ello y, aunque este mes termine pronto, no dejemos de pensar y dedicarles algunas de nuestras oraciones y pensamientos.

GRACIAS POR LOS MISIONEROS

Gracias, Padre, porque ellos no dan oro ni plata, sino sus vidas: se dan a sí mismos y dan, simple y llanamente, testimonio de ti. Gracias, porque para los poderosos de este mundo, entregan su vida a cambio de nada, casi siempre en el anonimato de los elegidos por tu Palabra. 

            Gracias por estos hombres y mujeres, seguidores de tu Hijo, llenos de valor en su sencillez. Ellos no aceptarían que les llamásemos héroes y rechazarían extrañados, y seguramente ofendidos, semejante denominación porque quieren ser fieles a la parábola de tu Hijo Jesús.

            Gracias, Padre, porque son muchos los misioneros y misioneras que dicen con sinceridad que son felices y que no se cambiarían por nada ni por nadie. Ayúdales en su trabajo, casi siempre entre los pobres más pobres, Ayúdales a ofrecer cada día con generosidad a los pobres de la tierra la Palabra de tu Hijo: anuncio de vida, de esperanza, de liberación, de salvación. Y ayúdanos a nosotros a ser misioneros en nuestra sociedad, rica y opulenta, donde es difícil creer en ti, anunciar tu mensaje, seguir tu llamada.

            Y, finalmente, gracias, otra vez, por tu Hijo Jesús, el primer misionero, que nos enseñó a todos el camino de la fidelidad a tu Palabra: camino de entrega y generosidad, camino de amor y misericordia, camino de vida buena y bella de verdad

 

PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

 

 

CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN. Que tengáis una buena semana

 

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