Jueves, 09-12-2021. El camino que lleva a Belén

 

Little Drummer Boy – Pentatonix: 


Cristo reina, ¡buenos días a todos!

Respiremos hondo, dejemos que nos llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana:

 ·        Escuchamos audio:

 Ayer celebrábamos el día de la Inmaculada Concepción de María, fiesta de carácter nacional en España y celebrada también por los cristianos de todo el planeta.

En este tiempo de espera, de Adviento, dirigimos nuestra mirada a María, la madre de Jesús, del Jesús que nació hace más de 2000 años y cuyo nacimiento recordamos año tras año en Navidad.

Sentimos también que nos quedan pocos días para cerrar un trimestre, para descansar y disfrutar de unas vacaciones un poco más largas (porque el puente nos ha sabido a muy poco... especialmente con los exámenes por en medio).  

¿Cómo estás en estos últimos días de trimestre y casi hasta de año? ¿Cómo te sientes por dentro? (silencio)

 Hoy, durante unos instantes, vamos a intentar imaginarnos cómo estaría María en estos últimos días de embarazo, cómo se sentiría ella. Aquellos que habéis visto a vuestra madre los últimos días antes de dar a luz a alguno de vuestros hermanos pequeños seguro que os lo podéis imaginar mejor.

 María, mujer judía, morena, joven, en un tiempo en que la mujer dependía totalmente de la familia, del marido, recorre los kilómetros que separan Nazaret, al Norte de Palestina, de Belén, al Sur, cerca de Jerusalén, por una orden un tanto despótica de los gobernadores de turno.

Quieren hacer un censo de la población y tienen que ir a sus ciudades natales a dar sus datos, a decir dónde viven, con quién, a qué se dedican. Y como su marido José es de Belén de Judea, allá tienen que ir, da igual que María esté a punto de dar a luz, da igual que no puedan apenas permitirse un burro para cargar con lo necesario para el camino. Da igual que tengan que atravesar unos 150km de tierra árida, marrón, por caminos apenas sin trazar... da igual, dio igual. A veces en la vida da igual cómo te sientas, si puedes o no, si lo que se te pide es mucho para ti, a veces solo hay una orden y toca obedecer, las circunstancias no te dan otra alternativa.

 Así les pasó a María y a José. Tuvieron que ponerse en marcha con Jesús a punto de nacer, cada día, paso a paso, sintiéndose María cargada, agobiada, dolorida, muy cansada... Tuvieron que caminar, levantándose cada mañana, a pesar de la preocupación, de la impotencia, de la inseguridad. José se ocuparía de muchas cosas que hasta ese momento ni se habría planteado... conseguir agua, comida, cocinarla, ayudar a lavarse a María. Seguro que le sostendría una y otra vez abrazándola, consolándola, curándola incluso los pies.

 En estos días que nos quedan, pidámosle a María y a José,  que nos ayuden a llegar hasta el final dando lo mejor de nosotros mismos, como siempre lo hizo Ella, como siempre le ayudó Él. Cada uno vivimos nuestro particular adviento, dejemos que la Esperanza nos alcance, lo mejor está por llegar. Y, a pesar de todo, el camino merece la pena. Tu Adviento también merecerá la pena. La Vida nacerá.

 Dulce Madre, no te alejes. Tu vista de mí no apartes,

ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes.

Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, AMÉN.

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