MARTES 14-12-2021. Preparando el camino...
Buenos días, CRISTO REINA, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, AMÉN
Bienvenido a la oración de la mañana del martes. Respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha... Por unos momentos desconectamos de nuestros ruidos...escuchamos en el silencio, los latidos de nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.
Hoy quiero que pienses en el camino que te ha llevado hasta aquí en este primer trimestre…Seguro que todos nosotros más o menos hemos recorrido o hemos ido por caminos y nos damos cuenta de las dificultades que tienen. En este tiempo, hemos pasado baches, algún que otro barranco, colinas que hemos tenido que subir, ytodo lo hemos conseguido salvar.
Así, hemos llegado a los últimos días de este trimestre, y aunque nos pueda parecer que están siendo los días más duros y difíciles…que la fuerzas ya van flaqueando, que no vamos a llegar a tiempo con esos últimos exámenes que nos queda por hacer, por corregir o por acabar de colocar esas notas en la plataforma…solo tenemos que echar un vistazo atrás para ver esos meses vividos de camino y recordar todo lo que hemos sido capaces de superar gracias al apoyo de nuestra fe, y de nuestra familia y amigos.
Es la hora de seguir con nuestra misión, en este tiempo de adviento, nos toca preparar el camino para la nueva y deseada llegada de Jesús. Tenemos que preparar nuestro corazón y quitar todo lo que sobra. Jesús nos pedía estar alegres en este tercer domingo de Adviento y que cantemos con alegría. Así, tenemos que incorporar a nuestra vida todas las virtudes de la vida cristiana, fe y caridad, y en este tiempo de manera especial hacer crecer la esperanza.
El profeta Isaías había escrito: "Envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: ¡Preparad el camino del Señor, abridle un camino recto!”.
Siempre hay problemas en el camino de la vida, pero Jesús te cuida. Su mandato es estar alegres. Si estás con Dios, no hay problema tan grande. Para estar alegre hay que dejar hueco en el corazón a Jesús, estar atento a las necesidades de los demás, socorrer la pobreza, acompañar a quienes están solos o tristes. ¿A quién podemos ayudar? Ese será el germen de nuestra alegría. Es poner en el centro de nuestra vida al Señor para cambiar nuestra vida.
Recemos todos juntos un Ave María para que María, la madre que cuidó a Jesús desde antes de su nacimiento, también nos cuide, nos proteja y nos ayude a rellenar los baches y a rebajar las colinas de nuestro camino. Y así, mirando a nuestra alma nos daremos cuenta de las cosas que nos sobran y las cosas que nos faltan para hacer que Cristo reine en esta navidad.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
No lo olvides, es la hora de ayudar a que el camino de otras familias sea más sencillo, sigue trayendo tus bolsas con comida y pásate para ver los polares más chulos del Reino, no te quedes sin el tuyo, yo ya he pedido el mío!!
Feliz martes, y que tengáis una buena semana.
Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo Luz Infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, AMÉN.