Jueves, 27-01-2022. Prestar atención

 Cristo reina, ¡buenos días a todos!

Respiremos hondo, dejemos que nos llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana:

 ·         Escuchamos audio:


(Técnica relajación) “ Atención a lo que vemos”. Muchas veces nos sentimos llenos de angustia, incapaces de relajar nuestro estómago, que se retuerce de nervios y ansiedad. Aprendamos una sencilla técnica para relajar nuestra mente y nuestro cuerpo. Para encontrarnos con Dios también nos ayuda relajarnos por unos instantes: hacemos tres respiraciones muy despacio y muy profundo… (respiramos hondo una vez... otra vez... y otra vez)

  • Ahora fijo mi mirada en un punto de la mesa. Fijo mi mirada como si fuera el zoom de una cámara fotográfica, dejando lo demás en un segundo plano… miro ese punto y mantengo mi atención puesta solo en ese punto… (3 segundos de silencio)
  • Ahora miro a otro punto de la mesa, centrando mi mirada y toda mi atención en ese punto, como si no existiera nada más… (3 segundos de silencio)… Mientras respiro despacio y profundo…
  • Miro a otro punto de la mesa… me centro en él y mantengo en él toda mi atención…dejo que todo lo demás quede en segundo plano o incluso dejo que desaparezca... 

 

Pues así debían de estar Pedro y Andrés cuando, a la orilla del mar de Galilea, andaban recogiendo y reparando sus redes: atentos a lo suyo, a los sitios por donde se les habían roto ese día las redes mientras pescaban. Sin darse cuenta de que Jesús estaba por allí cerca hablando a la gente, riéndose con las bromas de los niños, recordando viejas historias con los más mayores, soñando un mejor futuro con los más jóvenes.

A veces se nos queda la mirada fija en algún punto y no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor.

Otras veces, prestamos tanta atención a lo que tenemos delante o a algo que nos preocupa, que no nos damos cuenta de que alguien está intentando decirnos algo.

Algunos discípulos de Jesús vivían tranquilos, a lo suyo, mientras Jesús pasaba, hablaba y reía a su lado.

 Jesús, hoy también puede ser que estés pasando a mi lado y yo apenas me esté dando cuenta. Puede ser incluso que me estés invitando a seguirte, como hiciste con Pedro, Andrés o Santiago.

 Solo necesito levantar la mirada un poco y mirar más arriba, más allá, más adentro, para intuir tu presencia, para darme cuenta de que tú sí que te has fijado en mí, tú sí que te has dado cuenta de que yo existo, aunque yo ande liado con mis cosas.

 Jesús, hoy, como en aquel momento hiciste con Pedro, con Santiago o con Juan, tú te acercas a mí, te interesas por mis redes, por mis preocupaciones, mis dudas, mis cansancios. Tú, hoy, como ayer, me invitas a “ser pescador de hombres”... a usar todo mi talento, mi fuerza y mi energía en algo más que pescar peces, en algo más que reparar las redes.

Tú te fijas en mí y me llamas a algo más, aún no sé a qué, pero intuyo al mirarte a los ojos que esperas grandes cosas de mí.  No te canses nunca de buscarme.

 

Pidamos a María nuestra madre, que ella también nos mire, nos vea, nos hable y nos abrace, como solo una madre puede hacer:

Que tus ojos me miren, mi dulce Madre;

Que tu corazón me oiga, mi Reina amante;

Que tus labios divinos, piadosos me hablen;

Si tus brazos me tiendes cuando expirare,
en tal hora bendita, fin de mis males,
a la Corte de tu Hijo, llévame, oh Madre.

(J.Gras)

 

Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, AMÉN.

¡Que disfrutéis este nuevo día!

Entradas populares de este blog

LA MUÑECA DE SAL

Si yo fuera limpio de corazón, cómo María

Jueves 17/02/22 "AMABILIDAD"