MARTES 18-01-2022. Haced lo que él os diga.

Buenos días, CRISTO REINA, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, AMÉN

Bienvenidos a la oración de la mañana del martes, respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha... Por unos momentos desconectamos de nuestros ruidos...escuchamos en el silencio, los latidos de nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.

Comenzamos esta mañana poniéndonos en marcha, ponernos en camino es un mensaje continuo en la predicación del Papa Francisco, nos pide que salgamos de nosotros mismos, que vayamos a hacernos oir y a mostrar nuestra vida cristiana a los demás. Es una invitación a no mirarnos a nosotros mismos, a veces, cuando miramos nuestra vida, vemos sólo lo que nos falta y no pensamos en lo bueno y en los talentos que tenemos. Es una invitación, a no andar contemplándonos continuamente en el espejo o en nuestra pantalla, haciéndonos selfies que muchas veces muestran de forma distorsionada lo que pretendemos ser y hacer. 

EN MARCHA significa que miremos fuera, comenzando por los que están a nuestro alrededor, los que tenemos cerca, de los cuales pasamos muchas veces, sin hacerles ningún caso.

Jesús hubo de asumir esa salida de un modo físico, abandonando su cultura, lengua, tradiciones, o seguridades. Esta salida es todo un signo para nosotros y para lo que podemos enseñar y compartir al resto, pero para ello tendremos que aprender a convivir con gente distinta, sin mirar raza, color, lengua, cultura o tradición.

Vivimos un tiempo difícil, muchas personas se encuentran en dificultad y sufren. En un tiempo así, necesitamos a alguien que nos anime, nos ayude, nos inspire. Jesús es un testigo luminoso en tiempos oscuros. Dirijámonos a él para reencontrar el camino. Nos enseñará a ser más comprensivos, a escuchar, a mirar y a sentir de una manera especial. Nos ayudará a tener un corazón más grande, más generoso y más universal, haciendo que Cristo Reine en el corazón de todos, como nos decía el Padre Gras. Y es que el amor transforma: las cosas ordinarias, cuando se hacen con amor, se vuelven extraordinarias.

Haznos, Señor, sensibles y atentos como María a las necesidades de los demás. Que no seamos indiferentes; que no nos lamentemos solo por lo que falta o va mal, sino que arrimemos el hombro en lo que de nosotros dependa. Por todo ello vamos a rezar todos juntos un Ave María para que María, ¡La madre siempre atenta a las necesidades de sus hijos!, también nos cuide, nos proteja y nos ayude a seguir recordando que es lo realmente importante

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Feliz martes, que tengáis una buena semana.

Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo Luz Infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, AMÉN.



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