MARTES 15-02-2022: SÍGUEME
Buenos días,
Cristo reina, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Sígueme, una propuesta sencilla y a la qué estamos habituados,
porque hablar de seguidores y de a quién seguimos a día de hoy es “tan normal”,
generalmente aceptamos y mandamos invitaciones con el único objetivo se sumar
seguidores… ¿te has parado a pensar alguna vez por qué realmente eres seguidor de alguien o por qué
te siguen?
Esta adaptación del evangelio de San Mateo, puede ayudar a
reflexionar:
Era un día de tantos.
La misma rutina de siempre. Yo estaba sentado a la mesa, cobrando los
impuestos. Como de costumbre, los que venían me miraban con desprecio. Me
consideraban un traidor, un colaborador con los romanos. No me golpeaban,
porque los soldados les habrían castigado, pero estoy seguro de que ganas no
les faltaban. A veces los niños me escupían al ir por la calle. Ya me había
acostumbrado al odio.
Pero ese día un hombre
se plantó delante de mí. Y solo me dijo: «sígueme». Al mirarlo vi que era Jesús,
ese nazareno del que todo el mundo habla. Yo ni siquiera me había atrevido a
acercarme a él cuando había estado cerca. Pero fue él el que se acercó a mí. Y
con solo una palabra, lo cambió todo. Porque comprendí que no venía a juzgarme,
sino a llamarme. Que no me pedía un pasado impoluto, sino un futuro fiel. Que
no me llamaba porque yo fuera bueno, sino porque Él es bueno.
Y de golpe mi tristeza se convirtió en
esperanza. Mi sensación de soledad se convirtió en encuentro. Al juntarme con
el resto de quienes le seguían, supe que ellos me aceptaban. Y que me acogían
porque también tienen los pies de barro. Luego, los fariseos quisieron
reprochar a Jesús que se juntase con alguien como yo. Pero él los dejó
avergonzados al hablar de misericordia. Y todo empezó con un «Sígueme».
Música: https://www.youtube.com/watch?v=UDVtMYqUAyw
¿Te has planteado alguna vez si Jesús te ha pedido “que le sigas”?. Cierra los ojos y toma aire por la nariz despacio, suéltalo lentamente y escuchando la música de fondo trae a tu mente… y a tu corazón un momento de tu vida al que calificarías como “inolvidable”, “único”, “crucial”…quizás por ser un momento de felicidad o quizás hayas recordado un momento difícil…mantén los ojos cerrados y visualízalo como si del fragmento de una película se tratase…
…dedica unos momentos a revivirlo… y recuérdalo porque quizás
ahí Jesús se hizo presente y te dijo “sígueme”.
Abrimos los ojos.