LUNES 21-03-22
Buenos días, Cristo Reina, nos vamos preparando
para la oración de la mañana.
(MÚSICA Instrumental)
Nos disponemos a escuchar la oración de la mañana
y para acoger lo que vamos a escuchar, disponemos nuestra mente y nuestro
corazón, para ello vamos a cerrar nuestros ojos y tomar una posición cómoda en
nuestra silla, tomamos aire lentamente y lo soltamos lentamente,
repetimos...tomamos aire y lo soltamos...una vez más… tomamos aire muy
lentamente y lo soltamos también muy lentamente.
Comenzamos la oración de la mañana en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Nos encontramos en la mitad de este camino de Cuaresma y si todavía
no te has movido y echado a andar, tranquil@, es el momento. Es momento de
construir caminos nuevos, es momento de construir nuevos bolsillos en tu
mochila de viaje, es momento de mirar hacia delante con la mirada puesta en lo
que te rodea y en quien te acompaña en este camino, y, sobre todo, es momento
de seguir viendo a Jesús como único culpable de querernos tan desmesuradamente.
Es hora de reparar aquello que está a medias, hay tanto que hacer a nuestro
alrededor que parece que nos cegamos solo en lo nuestro y en lo que queremos,
pero si abrimos un poco más los ojos podemos ver que hay mucho a nuestro
alrededor que necesita de alguna “tirita”. Es momento de construir para
reconstruir.
Te invito este mañana a que escuches el siguiente cuento….
No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas contiguas,
tuvieron un conflicto. Éste era el primer problema que tuvieron después de 40
años de cultivar las tierras hombro a hombro, compartiendo el duro trabajo y de
intercambiar cosechas y bienes en forma continua.
Aquello que comenzó con un pequeño malentendido, fue creciendo
hasta llegar a abrir una tremenda brecha entre ellos, que explotó en un
intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de uno de ellos. Al abrirla
encontró un carpintero que le dijo:
– Estoy buscando trabajo por unos días.
– Pues tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella
granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana
pasada había una hermosa pradera entre nosotros, él tomó su tractor y desvió el
cauce del arroyo para que nos separara. ¿Vé usted aquella pila de desechos de
madera junto al granero? Quiero que construya una gran cerca para no verlo
nunca más.
– Creo que comprendo su situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala
para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejara
satisfecho.
Aquel hermano ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y
dejó la granja por el resto del día para ir al pueblo. El carpintero trabajó
duro midiendo, cortando y clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero
regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con
los ojos completamente abiertos, no había ninguna cerca, en su lugar había un
puente. Un puente que además unía las dos granjas a través del arroyo.
En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja y
abrazandole le dijo:
Eres un gran hombre, por construir este hermoso puente después de
lo que te he hecho, gracias y perdóname.
En silencio el carpintero guardó las herramientas y se dispuso a
marchar, cuando el hermano que le había contratado grito: ¡No te vayas espera!,
quédate, tengo muchos proyectos para ti. -Me gustaría quedarme dijo el
carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.
Recemos hoy para que en este tiempo de cuaresma, Jesús nos ayude a
reconstruir puentes y a saber pedir perdón desde lo más profundo de nuestra
ofensa.
Padre nuestro, que estás en el Cielo,
durante esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras,
transforma nuestro egoísmo en generosidad.
Abre nuestros corazones a tu Palabra,
sana nuestras heridas del pecado,
ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la obscuridad
y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.
CRISTO
VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRA NUESTRA
INTELIGENCIA. AMÉN
EN EL NOMBRE DEL PADRE
DEL HIJO DEL ESPIRITU SANTO AMÉN
¡Qué tengáis un buen
día!