Miércoles 9 marzo.Superpoder


Buenos días, CRISTO REINA, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo

Bienvenidos a la oración de esta mañana, respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. 

Haz silencio en tu interior y escucha... 

Escucha e imagina esta situación tan real:

Suena el despertador, nos levantamos ya cansados, un nuevo día, ¡OJÚÚ!! Que pereza… es miércoles todavía, ojalá llegue el fin de semana ya… 

Pues ¡¡No podemos vivir así!! La vida se nos regala para vivirla.! 

No podemos dejar que pase un solo día de nuestra vida sin que algo pase, no podemos vivir nuestro día a día solamente pensando en el fin de semana.

Pero, ¿cómo hacerlo? ¿cómo disfrutar con todo lo que hacemos? 

En verdad, parece imposible vivir apasionados todos los días. Pero no sería tan imposible si usáramos el superpoder que todos tenemos y este superpoder es la sonrisa.

 Sonreír es el arma que transforma lo malo en bueno, ¡sonreír puede cambiarte la vida! 

Muchas conversaciones con personas que no conoces y que podrían ser importantes en tu vida comienzan con un intercambio de sonrisa. Porque la sonrisa es un puente perfecto para la comunicación y esto es parte de su poder, otra parte de este poder es la sensación de bienestar que causa sonreír.

La sonrisa nos puede ayudar a superar un momento difícil.  Una sonrisa puede darte las fuerzas necesarias para seguir adelante, para motivarte cuando no tienes ni ganas de salir de la cama. La sonrisa es una vitamina. La sonrisa te hace guapo.

Imagínate un mundo en el que la gente se levantase sonriendo. El simple gesto de sonreír puede beneficiarnos a nosotros y a los demás. 

¿Por qué no esforzarnos entonces por compartir con otros el valioso regalo de una sonrisa?

 Te animo a que regales sonrisas en tu día a día. Verás que los resultados son geniales y realmente mágicos. Sonríe a tus hermanos, al panadero, al cajero del super, a tu profesor, a tu compañero de clase…… Te darás cuenta rápidamente de que la sonrisa, es un motor de buenas emociones y que contagia el buen clima a tu alrededor.

Ahí está la magia, el superpoder. La sonrisa es contagiosa.

La madre Teresa de Calcuta dice: Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón, conserva nuestro buen humor, guarda nuestra alma en paz, mejora la salud, embellece nuestro rostro e inspira buenas obras.

 Jesús en las bienaventuranzas, nos recuerda esta fórmula mágica: ¡estad alegres y contentos! 

Acabamos de comenzar la Cuaresma y en este tiempo, Dios nos sonríe el primero regalándonos su misericordia. Está esperándonos. Él ha salido a nuestro encuentro y debemos sonreír por eso.

Desde la oración de esta mañana os propongo que no dejéis de sonreír y que contagiéis esa alegría. Aunque aún llevemos las mascarillas, sabed que la sonrisa se siente aunque no la veamos.

Convertíos en personas que cuando os miren se pregunten:

¿Por qué está éste siempre tan feliz y no para de sonreír?



 

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