JUEVES 07/04/2022 Día mundial de la salud
Buenos días, Cristo reina. Nos preparamos para la oración de la mañana.
Buenos días. Comenzamos la oración de la mañana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Hoy, día 7 de abril, se celebra el día mundial de la salud, por ello vamos a comenzar el rezo con un ejercicio sencillo de respiración para ser conscientes de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, y también para poder rebajar las tensiones habituales que generan las prisas para llegar a tiempo, a muchos nos gusta apurar al máximo el descanso, ¿verdad? aunque ya sabéis, por nuestra salud, el descanso no nos puede quitar de otros elementos fundamentales como un buen desayuno o unos buenos días con sonrisa incluida.
Empezamos, vamos a prestar atención a nuestro cuerpo y conseguir que la respiración en el abdomen tenga más protagonismo que en el pecho.
-Siéntate derecho, con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, manteniendo una postura recta, de forma que tus muslos estén paralelos y formen un ángulo de 90 grados respecto al tronco.
-Pon la palma de una de tus manos sobre el pecho y la otra sobre tu abdomen, repito, vamos todos, una mano sobre el pecho y la otra sobre el abdomen. Durante 15 segundos, dirige tu atención hacia cómo la respiración hace que estas dos zonas se muevan.
Pausa
-El hecho de que el pecho se mueva mucho más que el abdomen es un signo de respiración superficial, que hace que muchas veces nos falte oxígeno aunque no nos demos cuenta de ello.
-Vamos ahora a guiar nuestra respiración para hacer que la mano que reposa sobre el abdomen se mueva más que la que hay sobre el pecho. Para conseguirlo, inhala profundamente por la nariz durante unos 4 segundos y mantén el aire en la zona del vientre durante un par de segundos. Luego, exhala por la boca durante otros 5 segundos.
-Volvemos a repetir, inspiramos durante 4 segundos, mantenemos el aire 2 segundos y exhalamos durante 5 segundos.
-Respiramos cada vez más despacio y más profundo, de forma que nos vamos relajando.
-Repetimos nuevamente un par de veces más.
Inhalamos 4 segundos, mantenemos 2 segundos y expiramos 5 segundos, nuevamente, inhalamos 4 segundos, mantenemos 2 segundos y expiramos 5 segundos.
Al igual que controlar la respiración ayuda mucho a mantener una buena salud, igualmente ocurre con el cuidado del espíritu, mejoraremos nuestra salud si sentimos el bienestar de sentirnos acompañados por Dios, con él, nada me falta, me sentiré lleno y completo, sacaré fuerzas a pesar de las adversidades y podré sonreír más fácilmente.
Podemos aprovechar estas vacaciones para descansar más, para dedicar más tiempo a otras cosas que no podía hacer con la rutina diaria, para motivarnos de cara al tercer trimestre, pero también podemos cuidar y ensalzar nuestro espíritu, y con más motivo al tratarse de las vacaciones de Semana Santa, realmente especiales después de 3 años de limitaciones en las celebraciones y los aforos. En esta Semana Santa las celebraciones religiosas invitan a promover nuestra espiritualidad siendo conscientes de todo lo que Jesús nos entregó por amor incondicional, reviviendo los últimos días de su vida, su entrada en Jerusalén en el Domingo de Ramos, su última cena con los doce apóstoles el Jueves Santo, el Calvario que él mismo permitió, que padeció y afrontó, no sin miedo, tras ser traicionado por Judas, apresado, enjuiciado por el pueblo que eligió liberar a Barrabás, apaleado, flagelado, y finalmente crucificado por nuestros pecados en el Viernes Santo, sepultado el Sábado de Gloria para terminar dando las gracias por su resurrección, por la presencia del Espíritu Santo en todos nosotros en el Domingo de Resurrección.
Ensalzaremos nuestro espíritu al entender que Jesús nos dice que amar «hasta el extremo» quiere decir estar dispuestos a afrontar el cansancio y las dificultades, incluso en su caso hasta dar la propia vida, como lo hacen muchas personas en este mundo que a lo mejor no vemos, como muchas hijas de Cristo Rey repartidas por el mundo. Demos las gracias por todos los que están amando «hasta el extremo» a nuestro alrededor, al mismo tiempo que pedimos al Señor que sostenga esta entrega, y que nos colme de este amor, que es un don de Dios. Este amor nos obliga a ser testimonio de vida y esperanza, porque Cristo ha resucitado y su Resurrección ha cambiado ya para siempre el signo de la historia, aunque esto no nos evite las dificultades presentes.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Qué tengáis muy buen jueves!