MIÉRCOLES 27 Abril.NO TE QUEJES

Buenos días, CRISTO REINA, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo

Bienvenidos a la oración de esta mañana, abrimos nuestro corazón a Jesús, dedicándole estos primeros minutos. 

Haz silencio en tu interior y escucha...

Voy a comenzar la oración de esta mañana con unas frases que a todos os van a sonar muchísimo:

 Ya no aguanto más/ Tengo derecho/ Me lo he ganado/. Siempre me hacen la mismo y ya estoy harta/ Es que nadie me hace caso/No me gusta/……..y así podríamos seguir durante toda la oración porque vivimos en la cultura de la queja. Hay a quienes les va la queja. Quejarse no es bueno, no sirve de mucho pero oye, como que te quejas y te quedas en la gloria.

El lema de pastoral de este año me viene muy bien esta mañana.

El lema dice: ES LA HORA DE … 

Y YO AÑADO: ES LA HORA DE DEJAR LAS QUEJAS

- Me quejé de lo que me salió mal en el examen, pero no agradecí la oportunidad que tengo de estudiar y formarme para mi vida.

- Me quejé de tener que soportar el ruido de mis hermanos, pero no agradecí el hecho de tener una familia.

- Me quejé cuando no tenía lo que más me gustaba para comer, pero olvidé agradecer el hecho de poder comer.

- Me quejé porque no cerraban la puerta de mi cuarto al salir, pero no pensé en que muchos no tienen un hogar donde tener una puerta abierta.

- Me quejé de no poder dormir un poquito más, olvidando a quienes darían todo por tener su cuerpo sano para poder levantarse.

- Me quejé porque mi madre me regañaba, cuando millones desearían tenerla viva para poder abrazarla.

Normalmente lo que nos saca de una espiral de queja es el tirón de orejas que algún amigo, compañero o familiar nos da. O Dios que con su tirón de orejas hace que te des cuenta de todas las cosas importantes por las que dar las gracias.

Lo triste es que dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer lo muchísimo bueno que poseemos. La familia que te ha tocado, las amistades que tienes y por las cuales tienes que estar contento, el colegio en el que estudias, las comodidades de las que disfrutas en casa y mucho más. 

Y como dice la canción que hemos escuchado al principio: Este es el mejor momento para que dejes de quejarte por lo que te falta y agradezcas lo que ya tienes.

Recuerda este proverbio: "Pobre del que, al final del día, no sepa qué agradecer ni a Quien".

¡Que tengáis un buen día y ya sabes... ¡no te quejes!

 

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