MARTES 21 JUNIO: Oración fin de curso.

 

Buenos días, CRISTO REINA, nos preparamos para la oración de la mañana…   

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo Amén.

 

Música: Música Para ORAR / SIN ANUNCIOS INTERMEDIOS* Música Cristiana Instrumental / PIANO PARA ORAR  - YouTube

Cierra tus ojos. Coloca tus manos relajadamente encima de tus piernas. Pon tu espalda pegada a la silla y concéntrate solo en tu respiración. Siente como tus pulmones se llenan de un aire limpio y puro. Un aire que al entrar en ti sientes tranquilidad y paz. Siente ese aire que inhalas profundamente y que se esparce por tus pulmones, tus órganos, tus brazos, tus manos y sigue esparciéndose cada vez más y más rápido, cada vez más y más.  Vuelve a inhalar hasta que ya no puedas más, aguanta y exhala expulsando el aire lentamente. Inhala y exhala de nuevo lentamente sintiendo como esa paz invade todo tu cuerpo.

Ahora con esta paz podrás escuchar lo que habla tu corazón. Puedes mantener cerrados los ojos o bajar la mirada…sólo aprovecha la oportunidad de empezar el día con gratitud.

Escucha la oración y deja que tu corazón hable…

 

Señor, Tú nos dijiste: “La mies es mucha y los obreros pocos”. Nos invitaste a trabajar en tu campo, sin exigir cualificación. En tu campo cabemos todos. A principio de curso aceptamos esta invitación y ahora te presentamos la cosecha.

 

Nos entregaste unos talentos: “Trabajad con ellos y al final dadme cuenta”. Hoy te los presentamos. Con mayor o menor empeño, de aquellos talentos, Señor, unos rindieron el 30, otros el 20 o el 100.

 

Ahora cada uno de nosotros identifica cual su talento…

 

Nos pediste: “Sed luz en la tierra”. Como aquella lamparita que al ponerse el sol y no saber quién sustituiría su luz dijo:”se hará lo mejor que se pueda”. Porque a veces, aún sin luz, es necesario avanzar, incluso sin conocer el camino.

 

Ahora recuerda, ¿en alguna ocasión has dejado de hacer algo por pereza o comodidad o miedo a equivocarte?

 

 

Nos enseñaste que tu preferencia eran los más débiles, los más indefensos: los niños, los que sufren a causa de las catástrofes, la falta de oportunidades de estudio, la dejadez de sus familias o la falta diaria de alimento. Para ellos hemos trabajado en este curso, en nuestras campañas, en nuestra sensibilización. Hemos trabajado para que tu enseñanza no quedara estéril.

 

Pero…¿has sido capaz de reconocer la debilidad de tu compañero de clase? …¿has sido capaz de actuar?

 

 

Nos prometiste: “Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos”. Confiamos en tu Palabra, y vamos viendo como cada día se hace realidad. En tantos gestos, miradas, silencios, denuncia de injusticias, palabras de ánimo, acompañamientos, risas… Has estado con nosotros durante todo el curso, aunque a veces no te reconozcamos. 

 

Nos legaste un mandamiento: “Amaos, no de cualquier manera, si no como yo os he amado”.

 

Con este deseo terminamos dando gracias a Nuestro Señor y Rey por acompañarnos y ayudarnos a lo largo del curso que ahora termina. Gracias, porque a pesar de nuestras debilidades, infidelidades, comodidades, miedos e ingratitudes, Tú, has estado siempre a nuestro lado, acompañando nuestra historia. Contamos contigo y sabemos que Tú también cuentas con nosotros para la construcción de tu Reino. Gracias por el descanso que ahora vamos a disfrutar. GRACIAS REY DE NUESTRO CORAZÓN.

 

CRICTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA.AMÉN.

 

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