JUEVES 12 ENERO

 CRISTO REINA, BUENOS DÍAS, NOS VAMOS PREPARANDO PARA LA ORACIÓN.

CRISTO REINA. Bienvenidos a la oración de la mañana del jueves En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha... Por unos momentos desconectamos de nuestros ruidos...escuchamos en el silencio, los latidos de nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.

El evangelio de hoy, según san Mateo nos cuenta:

En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: “Si tú quieres, puedes curarme”. Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: “¡Sí quiero: sana!” Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio. Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: “No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés”. Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a él de todas partes.

Recordáis la pandemia, ¿verdad? ¿No os parece que sería algo parecido ser un leproso en tiempos de Jesús? Muchos hemos pasado la enfermedad o, al menos, hemos sido contacto estrecho de algún enfermo. Recordamos lo que fue estar aislado, incomunicado, lejos de nuestros amigos. Una de las cosas más dolorosas de esos momentos fue la imposibilidad de tocar a nuestros seres queridos. En cierto modo se prohibieron los abrazos, los besos, las muestras de afecto, en definitiva, la cercanía. ¿Echasteis de menos esos abrazos, ese contacto con vuestros amigos? Jesús se compadeció del leproso, lo tocó y lo sanó. A nuestro alrededor tenemos muchas personas que sólo con un abrazo o prestándole nuestro hombro para llorar, lo ayudaríamos a sanar de muchos de sus males. Ahora que ya podemos volver a tocarnos, no lo pospongas. Siéntete tocado por Jesús y toca a tus seres queridos con sus mismos sentimientos.

En palabras del Padre Gras:

“El verdadero amor no se prueba con deslumbradores discursos ni con melosas palabras; el amor leal, más que con palabras, habla con obras”.

Cristo vence, cristo reina, cristo impera, cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que tengáis un buen día y suerte con las recuperaciones que quede

Entradas populares de este blog

LA MUÑECA DE SAL

Si yo fuera limpio de corazón, cómo María

Jueves 17/02/22 "AMABILIDAD"