MARTES:31 ENERO

 Oración 31 enero 2023

CRISTO REINA, BUENOS DÍAS, NOS VAMOS PREPARANDO PARA LA ORACIÓN.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén

Bienvenidos a la oración de la mañana de hoy martes, respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha... Por unos momentos desconectamos de nuestros ruidos...escuchamos en el silencio los latidos de nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.

Hay mañanas en que uno querría no levantarse. Parece que todo sale mal. Pesan las ausencias, muerden los silencios, escuecen las heridas viejas y nuevas. Esos días como que cuesta más sonreír, y tratas de que no se note (aunque se nota). Te preguntan, “¿qué tal?” contestas con un “bien” que en realidad dice a las claras que no tan bien. Te sientes lejos de todo y de todos. Te preguntas por tu lugar en el mundo, sientes que nadie te quiere, y dudas de si tú quieres a alguien, porque te sientes egoísta, insensible, indiferente... El trabajo parece menos interesante. Los estudios resultan más anodinos. El futuro no apetece nada…

Pues quizás esos días toque reírse un poco de uno mismo. Rebajar la dosis de drama. Recordar que uno ha estado antes en esas mismas tormentas, y pasan. Apoyarse en la convicción de lo que uno ha hecho en la vida. Buscar a los otros, para compartir con ellos el mal trago o una buena cerveza. Sonreír más, si cabe.

Pero hay días luminosos, en los que se disipan las nubes y todo vuelve a su sitio. Esos días piso fuerte, sonrío mucho, escucho bastante, hablo por los codos. Esos días brillan un poco más los ojos y quien me encuentra se siente bienvenido. Entonces me doy cuenta de lo importante que son los otros en mi vida. Y miro con más pasión al mundo, y con más intensidad a sus heridas, y con más fe el futuro. Esos días Dios parece más cerca, más claro, más vivo… Esos días conjugo menos el “yo” y me asomo más a otras vidas.

Y quizás en esos días también toque reírse de uno mismo. Rebajar el nivel de euforia. Asumir que uno ha estado antes como un cohete, y que hay en la vida problemas, heridas, cansancios y fatigas. Apoyarse en la FE, en quien está más allá de nuestras tormentas y nuestras calmas. Buscar a los otros, para compartir con ellos la alegría… y seguir sonriendo.

Sea cual sea hoy tu día, está bien parar un momento y rezarle a Dios, una oración sencilla y silenciosa, que brote de lo más sincero de tu interior y sólo decir: “Ven Señor, habita mi corazón”

Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.

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