MARTES 26 SEPTIEMBRE: Ser cafe
CRISTO REINA, nos preparamos para escuchar la oración de la mañana.
Adoptamos una postura cómoda, la espalda sobre el respaldo, ambos pies en el suelo
y manos sobre las piernas, hacemos una respiración profunda y vamos cerrando los ojos o bajando la mirada, prestando atención al ritmo de nuestra respiración y disponemos nuestro corazón y nuestra mente.
Nos ponemos en presencia del señor: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Escuchemos el siguiente relato:
A uno de vuestros compañeros, el curso pasado la vida le pesaba enormemente. Creía que todo se ponía cuesta arriba y que nunca sería capaz de superar los obstáculos. Esta persona se deprimió y veía con pesimismo todo lo que acontecía a su alrededor. Una tarde, en casa, se acercó a su madre y le dijo tristemente– ¡Mamá, estoy cansado de luchar! Cada vez que soluciono un problema, aparece otro.
Su madre no dijo nada, pero llenó tres ollas con agua y las puso al fuego. En la primera olla, echó zanahorias.
En la segunda, huevos.
Y en la última, varios granos de café.
Dejó hervir durante un tiempo el agua . Después apagó el fuego de todas. Escurrió las zanahorias y las colocó en un plato. Lo mismo hizo con los huevos. Y por último, coló el agua que hervía con los granos de café y al momento un delicioso aroma inundó la cocina.
La madre, con voz cariñosa y llena de amor, le dijo – Hijo, estos tres elementos se han enfrentado a las mismas adversidades, el agua caliente. Pero cada uno ha reaccionado de forma diferente:
Las zanahorias parecían ser duras pero el agua las ha reblandecido y han perdido su fuerza. Ahora son débiles.
Los huevos parecían frágiles. Su interior era líquido y el agua lo ha endurecido en extremo. Pero si te fijas en el café, este ha cambiado el color, el aroma y hasta el sabor del agua. Ha sido el único capaz de reaccionar utilizando a su favor aquello que le podía haber hecho mal.
Entonces, cogió a su hijo de la mano y le preguntó: “¿Tú quién quieres ser? ¿Quieres ser como la zanahoria que entristece y se viene abajo ante la adversidad? ¿Tu corazón se convertirá en una piedra y endurecerá como le sucedió al huevo? ¿O vas a ser como el café, capaz de transformar los problemas para sacar todo lo positivo que haya?
Esta situación, podemos sentirla cercana a nosotros, pues la hemos podido experimentar en alguna ocasión. Por ello, seamos como el café y quedémonos con lo positivo, pues el Reino de Dios nos necesita bien y haciendo el bien a los demás.
Terminamos escuchando unas palabras del Papa Francisco I, y os invito de corazón a que hagamos nuestras sus palabras en nuestro corazón y decid con fuerza la palabra “Todos” cuando Él nos lo pida, pues CONTIGO y tu voz el Reino se construye con más fuerza.
Vídeo PAPA FRANCISCO: A PARTIR DEL 3:10 MIN.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, AMÉN.
- Que TODOS tengáis un feliz martes.