Una fortuna sin saberlo
Miércoles 17de Enero
Buenos días, Cristo
reina, nos preparamos para la oración de la mañana (momento de silencio). En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Bienvenidos a la oración de la mañana
del miércoles, respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones
y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la
mañana. Haz silencio en tu interior y escucha... Por unos momentos
desconectamos de nuestros ruidos...escuchamos en el silencio, los latidos de
nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.
Una fortuna sin saberlo
Un día bajó el Señor a la
tierra en forma de mendigo y se acercó a casa de un zapatero pobre y le dijo:
"Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo
ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder
seguir caminando".
El zapatero le respondió:
"¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado que todo el mundo viene a pedir y
nadie viene a dar!". El Señor le contestó: "Yo puedo darte lo que tu
quieras". El zapatero le pregunto: "¿Dinero inclusive?". El
Señor le respondió: "Yo puedo darte 10 millones de euros, pero a cambio de
tus piernas". "¿Para qué quiero yo 10 millones de euros si no voy a
poder caminar, bailar, moverme libremente?", dijo el zapatero.
Entonces el Señor
replicó: "Está bien, te podría dar 100 millones de euros, a cambio de tus
brazos". El zapatero le contestó: "¿Para qué quiero yo 100 millones
de euros si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos?".
Entonces el Señor le dijo: "En ese caso, yo te puedo dar 1000 millones de euros
a cambio de tus ojos".
El zapatero respondió
asustado: "¿Para qué me sirven 1000 millones de euros si no voy a poder
ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me
rodean?". Entonces el Señor le dijo: "Ah hermano mío, ya ves qué
fortuna tienes y no te das cuenta".
REFLEXIÓN
-¿valoramos la suerte que tenemos por
nuestra la salud, relaciones personales y el bienestar en el que estamos?
-¿ Apreciamos lo que poseemos más allá de su
aspecto material y superficial?
¿Te das cuenta de la importancia de nuestras
decisiones diarias y su repercusión en los demás?
Señor, enséñanos a dar lo mejor de nosotros y ser
generosos con todos
los que tenemos cerca.
Terminamos
con un Padre nuestro
PADRE NUESTRO…
Padre nuestro, que estás en
el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
Cristo vence, Cristo
reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Que tengáis un
buen día.