Gracias a los misioneros

 

Buenos días, Cristo reina, nos preparamos para la oración de la mañana (momento de silencio). En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

            Respiremos hondo, dejemos que nos llegue el aire a nuestros pulmones, soltamos lentamente y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana

            El mes de octubre está llegando a su fin. Durante el mismo y en nuestras oraciones de la mañana, hemos tenido presentes a los misioneros, personas que viven su vida por y para los demás. Por ello y, aunque este mes terminepronto,no dejemos de pensar en ellos de vez en cuando y dedicarles algunas de nuestras oraciones y pensamientos.

GRACIAS POR LOS MISIONEROS

Gracias, Padre, porque ellos no dan oro ni plata, sino sus vidas: se dan a sí mismos y dan, simple y llanamente, testimonio de ti. Gracias, porque para los poderosos de este mundo, entregan su vida a cambio de nada, casi siempre en el anonimato de los elegidos por tu Palabra. 

            Gracias por estos hombres y mujeres, seguidores de tu Hijo, llenos de valor en su sencillez. Ellos no aceptarían que les llamásemos héroes y rechazarían extrañados, y seguramente ofendidos, semejante denominación porque quieren ser fieles a la parábola de tu Hijo Jesús.

            Gracias, Padre, porque son muchos los misioneros y misioneras que dicen con sinceridad que son felices y que no se cambiarían por nada ni por nadie. Ayúdales en su trabajo, casi siempre entre los pobres más pobres, Ayúdales a ofrecer cada día con generosidad a los pobres de la tierra la Palabra de tu Hijo: anuncio de vida, de esperanza, de liberación, de salvación. Y ayúdanos a nosotros a ser misioneros en nuestra sociedad, rica y opulenta, donde es difícil creer en ti, anunciar tu mensaje, seguir tu llamada.

            Y, finalmente, gracias, otra vez, por tu Hijo Jesús, el primer misionero, que nos enseñó a todos el camino de la fidelidad a tu Palabra: camino de entrega y generosidad, camino de amor y misericordia, camino de vida buena y bella de verdad

 

PADRE NUESTRO

Padre nuestro, que estás en el cielo,

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