Jesús, échame un cable
Cristo reina, nos preparamos para la oración
Buenos días,
Señor Jesús, échanos un cable a los que queremos distribuir tu nombre por el mundo unido a la palabra amor. Cuán complicada es la lucha si no te sentimos cerca, si no peleamos contigo entre los brazos.
Danos pies de plomo y manos ágiles para abrazar a tiempo, consolar al momento, ayudar donde se nos necesite. Y déjanos ser lo suficientemente exigentes como para poder dormir más a gusto por las noches.
Que nuestras ganas no tengan más límites que el orden para hacer las cosas y la claridad de las prioridades. Que la esperanza no se nos pierda por el camino, que la agarremos fuerte y la metamos en cada bolsillo.
Que hablemos de ti sin palabras y con la profundidad de nuestra mirada; que renazcamos cada día de tu agua, de tu Espíritu, de las pruebas a las que nos vamos sometiendo.
Como el viento, que está. Para poder llegar pronto a los sitios donde se cuecen las cosas. Y poner, paz, alegría y resurrección.
Yo te quiero pedir hoy, Padre, porque me des fe, porque me concedas las ganas de tener esperanza, de estar cerca de ti…
Seguimos en la brecha. Gracias por el amor que me profesas. Me siento muy querido por ti y eso es precioso.
Ahora os voy a contar un padre nuestro retocado, el de los colegios
En los niños, en los padres, en los profes, En cuantos cargan diariamente a la espalda su mochila De inquietudes, de proyectos, de expectativas, Santificado sea tu nombre Que todos tengan la gracia De conocer que Tú eres Padre; Danos el don de vivir y transmitir la necesidad de encontrarse contigo porque Tú nos llenarás de Vida. Venga a nosotros tu Reino, la sabiduría de conocer tus caminos, la certeza de sabernos tus hijos, la alegría de vernos mejores día a día, la dicha de ser más hermanos que ayer. Hágase tu voluntad, así en el colegio como en la vida. Que cada hora, cada tarea, cada jornada escolar Sean un paso adelante En nuestro encuentro contigo, En nuestro crecer como personas, En nuestro ser y vivir Danos, Señor, la entrega necesaria para mantenernos ‘en camino’, para vivir y proponer tu evangelio, para trabajar según tu voluntad, para ser felices en tu nombre.
Si algún día olvidamos lo aprendido si buscamos seguridades lejos de Ti, si otros dioses nos llevan por otros caminos o si un día dejamos de buscarte… perdónanos, Señor, y déjanos caer, parar, recordar, volver al camino que nos devuelva a Ti. No nos dejes caer en nosotros mismos, No permitas que se apague la inquietud que nos tiene hoy en tu búsqueda. Líbranos del cansancio o de la monotonía Líbranos, por siempre, de perder la alegría. Amén
Cristo vence cristo reina cristo impera cristo luz infinita alumbre nuestra inteligencia
Amen