10 FEBRERO

 ORACIÓN DE LA MAÑANA 10 DE FEBRERO 2025 

Comenzamos esta segunda semana de febrero poniéndonos en presencia del Señor, en el nombre del Padre… Podemos orar con todo el cuerpo. Dios te ha dado unos ojos, un corazón, unas manos, unos labios, sin que tú se lo hayas pedido. Hoy es un buen momento para ofrecérselo, y decir “Toma Señor todo mi ser”. 

MI CORAZÓN  Recuerda todo el amor que ha salido de tu corazón hacia tu familia, hacia tus seres queridos, hacia tus amigos y compañeros, hacia las personas que has ayudado, hacia otras personas, hacia las que necesitaron tu amor y se lo diste, todos los buenos sentimientos que han brotado de ti.  Agradece el haber podido amar tanto, ofrece tu corazón a Jesús para seguir amando como Él amó (deja un tiempo de silencio y da gracias). 

MIS OJOS  Recuerda todas las miradas bondadosas, serenas, comprensivas, pacificadoras, llenas de amor que has dirigido a tu alrededor, recuerda todas las cosas bellas que has visto y que te han llenado de satisfacción.  Dale gracias a Dios por haber podido mirar con amor y por haber visto tanta hermosura y ofrece tus ojos, para que de ellos, sólo se desprendan miradas de amor, para que siempre estés dispuesto a ver lo bueno y lo bello, para que donde veas lo feo y lo malo, te comprometas a transformarlo (deja un tiempo de silencio y da gracias)

 MIS LABIOS  Recuerda todas las sonrisas y palabras de ánimo y cariño que has repartido a lo largo de tu vida a las personas que están a tu lado. Agradece el que puedas expresarte con claridad. Da gracias a Dios porque has podido comunicar paz y has podido expresar tu entrega y amor con palabras. Ofrece a Dios tus labios, para que puedas seguir sonriendo, sobre todo a los más tristes, para que de tus labios sólo salgan palabras que construyan y puedan seguir anunciando el amor de Dios (deja un tiempo de silencio y da gracias) Señor, deseo ser cauce: cauce de tu acogida, de tu comprensión, de tu perdón, de tu ayuda. Quiero reconocer tu acogida y prolongarla como abrazo a otros. Enséñame a percibir tu perdón para ablandar un poco más mi corazón hacia los demás. Guía mis pasos para poder socorrer a quien sufre junto a mí. Terminamos la oración de esta mañana con una oración del Padre Gras: Divino Rey Jesús, reina en mi alma, de manera que te adore siempre, con todas mis potencias y sentidos, para que, con mi buen ejemplo y fidelidad, atraiga a muchos a la adoración de tu Soberanía.

 Cristo vence, Cristo reina…

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