Un gramo de sal
Siéntate de manera cómoda, … la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla…los brazos descansando sobre las piernas o sobre la mesa…respira profundamente…haz silencio en tu interior y escucha a Dios que te habla al corazón.
Nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Del Evangelio según San Mateo:
Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará? No vale más que para tirarla fuera y que la pisotee la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte; ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.
Palabra de Dios
Hace poco pusieron en la tele una entrevista a Ilia Topuria, campeón del mundo de artes marciales mixtas.
En la entrevista contaba la anécdota de que antes de un combate muy importante, tenía que bajar muchos kilos de peso y no era capaz de conseguirlo. Se pesaba cada día, entrenaba al máximo y seguía una alimentación estricta, pero por alguna razón que se le escapaba a su entrenador, no alcanzaba a bajar el peso que necesitaba. El combate se acercaba y todo su equipo se puso a investigar cuál podría ser la causa. Revisaron las rutinas de entrenamiento con lupa y repasaron cada detalle de su dieta diaria, incluso la cantidad de agua que bebía. Después de mucho trabajo, descubrieron que la causa de que no consiguiera llegar a su objetivo era que le estaban poniendo un gramo de sal de más en las comidas. Sí, sí, un sencillo gramo de sal era el causante de un problema tan grande. Impresiona pensar que un solo gramo de sal, que parece insignificante, pueda provocar un cambio tan evidente.
Después de escuchar la entrevista, se me vino a la mente el Evangelio de la sal y la luz que acabamos de escuchar.
Seguro que a veces, tienes la sensación de que tus acciones, tus propósitos, tus proyectos, no logran los objetivos que te gustarían, ni el resultado que soñabas.
Quizás esta anécdota de un gramo de sal te ayude a caer en la cuenta de que cada una de tus acciones, por sencillas que sean, igual no logran lo soñado, pero son una pequeña acción que ayuda a seguir transformando este mundo.
Un gramo de sal parece insignificante y sin embargo hace su efecto. También tus acciones pueden parecer poco importantes o sencillas pero pueden ayudar a seguir creando Reino.
Cada vez que ayudas a un compañero con algo que no entiende, cada vez que no criticas a alguien que se equivoca, sino que le ayudas a mejorar, cada vez que cumples con tus obligaciones en casa y evitas que otro haga tu trabajo, entonces , estás poniendo ese grano de sal que hace falta en el mundo para que sea mejor.
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA. AMÉN