ORACIÓN MARTES 23/03/2021 - EL GRANO DE TRIGO
ORACIÓN MARTES 23/03/2021
EL GRANO DE TRIGO MORIRÁ
PARA SER FECUNDO
Buenos días, Cristo
Reina, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén.
Introducidos en el último domingo de cuaresma, pórtico de la Semana Santa,
la Iglesia nos invita a entrar de lleno en el gran misterio para el cual nos
hemos venido preparando durante cuarenta días: la Pasión, Muerte y Resurrección
de Cristo. Con otras palabras, para vivir la mayor fiesta de la Iglesia, la
Pascua. Es decir, el paso del Señor por nuestras vidas.
Todavía estás a tiempo para una buena preparación, aprovecha el momento y
déjate llevar por el Espíritu. No dejes que esta sea una Pascua más. Deja que
la fuerza de la Resurrección transforme tu vida y te haga vivir como hombre
nuevo. Como auténtico discípulo del Maestro. Sabiendo de antemano que para
resucitar inevitablemente hay que pasar por la muerte. No tengas miedo, ya
decía Santa Ángela de la Cruz que no hay “cruz sin gloria”.
Así lo dice Jesús en el Evangelio del domingo pasado: “ha llegado la hora
en que el Hijo del Hombre va a ser glorificado”. Jesús siente cercana la
presencia de la “hora”, que es la cruz, porque es la hora de la verdad de Dios.
En este sentido, está tomada la metáfora del “grano de trigo” que acentúa la
necesidad de morir para ser fecundo y dar fruto abundante. ¿Estás dispuesto a
ser grano de trigo? ¿A entregar tu vida por los demás?
No podemos olvidar que el discípulo, el creyente, ha de vivir como Jesús y
correr la suerte que Él corrió. Con una vida dada y entregada desde el servicio
y seguimiento más radical en el amor. Somos conscientes que el camino a
recorrer es arduo y harto difícil, pero tenemos la certeza de no caminar solos,
sino acompañados por el Espíritu. Y, al igual que en Él, la respuesta del Padre
no se hará esperar: “lo he glorificado y volveré a glorificarlo”.
La muerte a Jesús no le llega como ellos creen, y, de cualquier manera; no
le roban la vida, no se la quitan, sino que la asume y entrega desde su
libertad con todas sus consecuencias. De ahí que, con una conciencia clara de
su misión, nos hable del grano de trigo afirmando que si no cae en tierra y
muere no puede dar fruto.
Hay que tener en cuenta que para el evangelista Juan el Crucificado es a la
vez el Resucitado. Y la expresión de la palabra “hora” hace referencia al
momento de la muerte y esta, a su vez, a la hora de la gloria. Es la hora de la
verdad, de la Pasión-Glorificación. Así queda de manifiesto que desde la
cruz se expresa el triunfo de Jesús dando vida eterna a todos los que creen en
Él y también se realiza el juicio del Mundo.
Todo parece demasiado extraordinario; en Juan no puede ser de otra manera,
pero también es muy humano. Jesús no tiene miedo a la hora de la verdad porque
confía plenamente en el Padre y advierte que los suyos tengan también esta
misma disposición. La vida verdadera solamente se consigue muriendo, dándola y
entregándosela a los demás. ¿Estás dispuesto a experimentar esa vida nueva?
Le pedimos a nuestra Madre que nos de la fuerza para permanecer en el seguimiento
de Jesús, imitándole hasta el final.
Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera,
Cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia. Amén.
Que tengáis un buen día.
En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.