Miércoles 26 de mayo
Miércoles 26 de mayo
Buenos días, Cristo reina, nos preparamos para la oración de la mañana (momento de silencio). En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Señor mío y Dios mío creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes , te pido perdón por mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración.
EL DÍA Y LA NOCHE
Un viejo sabio preguntó a sus discípulos:
- ¿Quién de vosotros sabría decirme cómo se puede distinguir el momento en que termina la noche y empieza el día?
- Yo diría –contestó el primero- cuando viendo un animal de lejos, no se sabe distinguir si es oveja o perro.
- No- le contestó el sabio.
- Podría empezar el día –dijo otro- cuando viendo de lejos un árbol no se puede decir si es una higuera o un manzano.
- Tampoco –insistió el sabio-.
- Entonces –preguntaron los discípulos-, ¿cómo podemos saber cuándo termina la noche y empieza el día?
- Cuando mirando el rostro de un hombre cualquiera ves que es tu hermano –contestó con solemnidad el sabio. - Porque si no logramos ver esto, cualquiera que sea la hora del día será siempre de noche.
Reflexión:
La sabiduría verdadera no consiste en poseer mucha ciencia ni en tener muchos
conocimientos. La verdadera claridad se da cuando descubrimos al otro como hermano.
“Terminar la noche y empezar el día” es una expresión que denota esperanza y
sabiduría; ¿ha llegado la humanidad a este punto? Aún quedan sombras por vencer. Porque “el que no vive para servir, no sirve para vivir”.
Terminamos con un AVEMARÍA
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Que tengáis un buen día
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, amén. Que tengáis un buen día.