Como un Zaqueo del vangelio

 

Cristo reina, nos preparamos para la oración de la mañana

Nos disponemos a escuchar la oración de la mañana y para acoger lo que vamos a escuchar, disponemos nuestra mente y nuestro corazón, para ello vamos a cerrar nuestros ojos y tomar una posición cómoda en nuestra silla, ambos pies tocan el suelo y las manos sobre las piernas, tomamos aire lentamente y lo soltamos lentamente, repetimos...tomamos aire y lo soltamos...abrimos los ojos.

 

Comenzamos la oración de la mañana poniéndonos en presencia de Dios en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Como Zaqueo 


Como un Zaqueo del Evangelio


Al tomar la Biblia para preparar la oración se me ha caído de las manos. Las páginas por las que se ha quedado abierta era el pasaje de Zaqueo (un recaudador de impuestos judío que aparece en el Evangelio de San Lucas). 

De su lectura extraes que el Señor es realmente desconcertante. Apuesta por un hombre poco apreciado por sus conciudadanos, alguien que genera contradicción, desprecio y rechazo. Así era Zaqueo, que aumentaba su riqueza con el abuso y la corrupción.

Pero Cristo lee en lo más profundo del corazón. Y en Zaqueo —como en todos nosotros— solo encuentra lo bueno de Él. Porque no hay nadie que no atesore bondad. Y seguro que en lo más íntimo de su ser tenía imperiosa necesidad de cambiar.

La sociedad actual requiere de más «zaqueos» como el que surge de las páginas del Evangelio. «Zaqueos» que sean capaces de contribuir a crear un mundo más justo, más humano, más cristiano, mas servicial y más solidario. «Zaqueos» con un corazón generoso, humilde, sencillo, servicial y carente de orgullo, soberbia y ambición. «Zaqueos» que sean capaces de mirar a los demás con amor, que crean que incluso en los corazones de los hombres más duros la bondad y la humanidad es posible. «Zaqueos» que no duden en abrir de par en par las puertas a Cristo porque el encuentro con el Dios del amor es una posibilidad real que puede suceder en cualquier momento. «Zaqueos» que crean que este Dios que se hace presente en nuestra vida a través de Cristo sana corazones heridos, historias truncadas, almas desesperadas… y reconstruye todo aquello que a los ojos humanos parece más que perdido.

Jesús espera de mi que me levante de mis comodidades y le siga. Que lo hospede en mi casa (en mi corazón). Que lo acomode en mi vida. Me invita a no perder la esperanza. Me propone a que salga de mi mismo y mire a mi alrededor. Me invita a buscar al prójimo y darle lo mejor de mi. Me invita a salir de mis medianías y buscar la excelencia personal. Me invita a penetrar en lo más profundo de mi ser donde habita Él y dejarme sorprender por su amor.

ORACIÓN

¡Señor, como a Zaqueo hazme bajar del árbol de mis egoísmos, y  de mis comodidades y llévame a hacia Ti para que puedas entrar en mi corazón endurecido por las pruebas! ¡Gracias, Señor, porque siempre eres Tú con tu paciencia y bondad el que se acerca a mí para pedirme entrar en mi corazón y en mi vida! ¡Puedes entrar, Señor! ¡Concédeme, Señor, la gracia de tener todo siempre preparado para cuando llames! ¡Quiero que, como a Zaqueo, me mires con una mirada de amor, me sonrías con la sonrisa de la bondad, me acerques la mano con la serenidad del que sabe va a perdonar! ¡Señor, ya sé que no te importa lo que soy porque lees en mi interior y sabes que tengo intención de cambiar, de mejorar, de crecer como persona y como cristiano!

Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita ilumine nuestra inteligencia. Amén

¡Feliz día a todos!

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

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