Jueves 21 de abril. EL SILENCIO

EL SILENCIO, ES NECESARIO


Cristo reina, nos preparamos para la oración


Buenos días,

El diccionario de la Real Academia Española describe el silencio como abstención de hablar, falta de ruido, falta de… u omisión de un dato. Es una definición descriptiva que no me satisface del todo y me sigo preguntando qué es el silencio.

El silencio es mucho más que ausencia de palabras o de ruidos, aunque también lo es; es una experiencia humana difícil de conceptualizar; ante él se experimenta un cierto vértigo, mezcla de atracción y de miedo… Lo que sí sé es que es una experiencia existencial profunda y rica.

En el silencio se descubre con más claridad la propia verdad. Es un silencio que no consiste en la simple ausencia de ruido, sino es aquel “que se produce cuando las cosas que están a nuestro alrededor no nos impiden ir hasta nuestro yo profundo”.

Es ahí cuando de algún modo se descubre la propia desnudez, es decir, uno se pone ante sí mismo sin sentir vergüenza y sin capas que oculten lo que verdaderamente es. Y esto permite tomar decisiones profundas y estables. En otras palabras, tomar las riendas de la propia vida y por lo tanto vivirse.

Y si para todo hombre el silencio es necesario, para el cristiano tiene un nuevo sentido más completo y trascendente. Es una condición para encontrarse con Dios en la oración. Jesús mismo nos lo dice en el Evangelio: “Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt 6,6).

La oración, decía santa Teresa de Jesús es “tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”(4). El ecosistema privilegiado para este trato es el silencio. Por eso, aunque se puede orar en cualquier lugar, es de especial ayuda el hacerlo en un sitio silencioso: una iglesia, una capilla o la propia habitación, un sitio alejado. 

En el silencio del corazón, nos encontrarnos a nosotros mismos y encontramos a Dios con menos interferencias e interrupciones. Dios permanece a veces en silencio, aparentemente inactivo e indiferente a nuestra suerte, porque quiere abrirse camino en nuestra alma.

«El silencio es capaz de abrir un espacio interior en lo más íntimo de nosotros mismos, para hacer que allí habite Dios, para que su Palabra permanezca en nosotros, para que el amor a Él arraigue en nuestra mente y en nuestro corazón, y anime nuestra vida»


Cristo vence, cristo reina, cristo impera, cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia.

Amén


En el nombre del padre...


Que tengáis un buen jueves

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