Amigos

 ORACIÓN 15 DE JUNIO

Buenos días, Cristo Reina. Nos preparamos para la oración de la mañana. Respiremos hondo, dejemos que el aire llegue a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha…. Por unos momentos desconectamos de nuestros ruidos… escuchamos el silencio, los latidos de nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.

Hoy jueves estamos justo a una semana de acabar las clases. Pero no sólo las clases, también el madrugar todas las mañanas, el tener que estudiar por las tardes… pero también, el ver a nuestros amigos todos los días durante 6 horas. Porque sé que muchos de vosotros, además de ser compañeros de clase, sois amigos.

La palabra “amigo” va tomando diferentes matices y formas a lo largo de la vida. Y en muchos casos, los amigos son una bendición de Dios, ya que llegan a ser la “familia que nosotros elegimos” mientras vivimos. Ellos representan pilares en nuestra vida y eso es maravilloso. El problema está en que no todas las amistades nos proporcionan todo aquello que necesitamos.

Un amigo tiene el poder de sumarle o restarle a tu vida. Si tus amigos no te suman, sino que restan, entonces quizá estás perdiendo tu tiempo. Recuerda lo que le sucedió al apóstol Pablo y a Jesucristo: todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. Así que, aunque toda amistad terrenal falle, piensa que siempre podrás encontrar un amigo en Jesús: un amigo fiel con el que siempre podemos contar.

 Sin embargo, los amigos que sí suman son aquellos que te motivan a cumplir tus sueños, que te apoyan en tiempos difíciles y te dicen cuando no lo estás haciendo bien sin miedo a que te enfades. Son aquellos que poseen valores y principios similares a los tuyos y que nunca te incitarán a que hagas algo que te hará daño.

Tú eres la suma de tus amigos. Dios te da a ti la posibilidad de ser amigo y de tenerlos. Y la edad que tienes quizá es la mejor para buscarlos y cultivarlos para toda la vida. Por eso, te animo a que pienses por unos segundos las razones por las que las amistades que has hecho este año te han hecho mejor persona y también en todas esas veces que os han ayudado durante este curso. Y si os apetece, hacérselo saber, ya sea con hechos o con palabras. Porque ser agradecidos no cuesta nada y nos aporta mucho. El agradecimiento es la memoria del corazón, y un corazón agradecido no hace sino transmitir esa emoción de múltiples formas, aún en las situaciones más difíciles.

 

Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. Cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia. Amén

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