NUEVO AÑO: NUEVO CAPÍTULO
Nos preparamos para la oración de la mañana.
Buenos días CRISTO REINA, nos preparamos para escuchar la oración de la mañana. Adoptamos una postura cómoda, la espalda sobre el respaldo, ambos pies en el suelo y manos sobre las piernas, hacemos una respiración profunda y vamos cerrando los ojos o bajando la mirada, prestando atención al ritmo de nuestra respiración y disponemos nuestro corazón y nuestra mente a escuchar la oración. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Este fin de semana celebrábamos la Epifanía del nacimiento de Jesús teniendo la oportunidad de empezar una nueva vida este año, siendo buscadores de Dios y Hombres de Esperanza. Piensa que hoy puede ser ese primer día para comenzar una nueva etapa de nuestro camino. Ya han quedado atrás las vacaciones de Navidad, los buenos momentos vividos en familia, hemos despedido al 2023 con nuestros mejores deseos para este nuevo año que acaba de comenzar… de nuevo estamos en el colegio y nos queda poder mirar con ilusión y alegría hacia delante lo que nos queda de curso.
Empezar un nuevo año como si fuera cualquier cosa, es una enorme torpeza. Un año de vida es un regalo demasiado grande para echarlo a perder.
Muchas veces nos han dicho que nuestra vida es como un libro empezado y todavía sin acabar de escribir. Cada día es una página en blanco que nosotros mismos rellenamos con lo que hacemos, con nuestras decisiones, con nuestros pensamientos. Cada año es un capítulo nuevo, una historia nueva que no tiene un final marcado, porque el final lo ponemos cada uno de nosotros.
¿Alguna vez has sentido en lo más hondo de ti mismo ese deseo profundo de mejorar o de cambiar?
Si es así, no dejes que el deseo se escape. Si hoy sientes esa llamada a querer ser mejor, a ser distinto, atrápala con fuerza y hazla realidad.
El capítulo que empezamos hoy es diferente al anterior. Es una historia llena de oportunidades. Cuántas veces hemos dicho “Año nuevo, vida nueva”: eso quiere decir que tenemos la ocasión de corregir nuestros errores, de proponernos nuevas metas y de dejar atrás lo que no hemos hecho del todo bien.
Pero también este capítulo es continuación de una historia que venimos escribiendo desde hace tiempo. Es una ocasión para continuar todo lo bueno que hemos empezado, para seguir estudiando, divirtiéndonos, compartiendo la amistad y los buenos momentos.
El inicio de un nuevo año es el momento para reunir esa fuerza y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida, porque el que se proponga convertir éste en su mejor año, lo puede lograr.
¿Quién es capaz de decir: “¿Desde hoy, desde este primer día de mi vida, todo será distinto?
En mi casa, voy a arrancar ese egoísmo que tantos disgustos provoca, seré mejor hijo, mejor amigo, compañero…. Incluso voy a desempolvar mi fe, esa fe adormecida, voy a poner un poco más de oración, de aire puro en mi jornada diaria.
Como nos dice el Evangelio: “pon tus dones, tus panes”, “comparte tu tiempo”, “sonríe a todos” y “pon color a la vida”. Así pues, seamos sembradores de paz siguiendo las palabras del Padre Gras:
“Sólo la suma de todos los esfuerzos en favor del bien puede merecernos el universal triunfo de la justicia y de la paz”.
Se te presenta delante de ti un nuevo año recién iniciado: Todo comienza si tú quieres….Otro estilo de vida, otra forma de ser, ¿POR QUÉ NO INTENTARLO?
Un año recién salido de las manos de Dios, es un año que estrenas. ¿QUÉ VAS A HACER CON ÉL?
Recemos todos juntos un padre nuestro para que nos ayude a llevar a cabo este propósito.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
· Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, amén.