14 enero

 Canción: Enciéndeme (Hakuna)

Cristo reina, buenos días

Iniciamos este nuevo día de la mejor manera posible, por ello te proponemos lo siguiente: 

Ponte cómodo. Apoya la espalda en el respaldo de la silla, que tus pies toquen el suelo... Lo importante es que estés bien, a gusto...

Cierra los ojos, realiza tres respiraciones profundas, continúa respirando de manera natural, sin esfuerzo. Al inspirar, imagina como penetra el aire en tu interior. Pero imagina que no es solo aire, es Dios, es su presencia.

En cada inspiración, te llenas no solo de aire sino también de Dios. Siente como todo tu interior se colma de la presencia de Dios y te inunda de su amor, su bondad, su serenidad. Cae en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él. Déjate abrazar por el Espíritu, si dejas todo en manos de Dios, verás la mano de Dios en todo.

Comienza haciendo despacio la señal de la cruz: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

A tan solo unos días, hemos cerrado todo el tiempo de Adviento – Navidad. Sí, si… no penséis que la Navidad solo fueron los primeros días de vacaciones. Lo iniciamos con el nacimiento y lo hemos cerrado con el Bautismo del Señor. 

Recordemos la lectura del pasado domingo donde celebrábamos la fiesta del Bautismo del Señor, otro momento de EPIFANÍA, de Manifestación de Dios. Prestemos oído a la Palabra. 

El evangelio de Lucas del domingo decía así: 

En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:

«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».

Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:

«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco»


¿Quién iban a bautizarse con Juan? Los que querían cambiar, los que deseaban comenzar una vida nueva, aquellos que habían hecho algo mal y querían retomar un camino distinto, pasar página de lo vivido. Muchos de ellos conocidos pecadores y alguno de ellos marginados por ello en la sociedad. ¿No suena esto a lo que nos estamos diciendo en estos días primeros del mes de enero? ¿Quién no ha querido hacer algún propósito nuevo, pasar pagina de lo vivido, y querer ser mejor para este 2025…? La liturgia nos lo ofrece. Hoy date la oportunidad de volver a sentir, ese ser NUEVAMENTE BAUTIZADO, UNGIDO COMO SACERDOTE, PASTOR Y REY, Y DESDE ESA SEÑAL DE LA CRUZ EN LA FRENTE. 

Te invito a que de forma serena hagas esa señal de la cruz en tu frente con ese sentido de CONVERSIÓN, DE SENTIRNOS LIMPIOS POR LAS AGUAS DEL BAUTISMO. 

Y cuando nos sentimos, ungidos, y bautizados es cunado SOMOS LUZ. Encendamos nuestra luz para darla a otros

Cristo vence…

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